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domingo, 16 de diciembre de 2012

Deep inside

Muy dentro, ¿que hay ahí? Oscuridad, temores, miedos, horrores, una luz de esperanza, dolor, un susurro de aliento, fe, personas, odio.
Toco mi corazón, me pregunto porque late ¿no está cansando de vivir en este cuerpo, de soportar estos pensamientos, de vivir con este continuo dolor de cada día? Dejo de tocarme. Asco. Millones de maneras hay para hacer que este corazón deje de latir, es tan fácil morir, pero tan difícil mantenerse con vida.
Continuar haciendo sonrisas falsas, olvidarse por algunas horas de los miedos, del futuro, es uno de los caminos en el cual al final del recorrido hay un día terminado, un día salvado, para así poder despertar y seguir luchando. 
Que un auto pase a bastante velocidad casi rozándote el cuerpo es algo que intimida, sin embargo, he estando en esa situación a propia voluntad, no por querer morir, no quiero matarme, pero hay veces que dan ganas de hacer que todo pare, que pare si o sí, y dejar en "pausa" a todo, tristemente, soy demasiado cobarde supongo.
Me consume el odio hacía mi misma, los temores del futuro, el miedo de que la única persona que piensas que nunca podría dejarte, te deje, el miedo de no lograr lo que quiero, el temor de herir a las personas que no lo merecen, no soy otra adolescente más que llora por que sus papás no le compraron los últimos zapatos que salieron de moda, que no le permitieron ir de paseo con sus amigas por bajas notas, no, yo soy un típico caso aparte.
¿Para que ir al psicólogo si no le hablaré con sinceridad? ni un psicólogo podría comprender por todo lo que paso, o lo que siento.
"No te encierres, ábrete a las personas" ¡¿Y si no quiero qué?! Encerrarme en mi mundo, eso quiero, o al menos, encerrarme con la única persona que sé que me entiende, así que disculpen pero no, no puedo confiar en todo el que se me acerque, no puedo 'abrirme' a personas que no entenderán mis sentimientos o la menos que quieran tratar, por que no lo lograrán.
Hay veces que odio a todo el mundo, que me dan ganas de insultar a cada quien pasa a mi lado, pero no puedo hacerlo. Esa chica, la que siempre anda maquillada, de los bonitos ojos, la que ríe despacio y se sonroja al hablar alto con gente que recién conoce, eso es lo único que dicen, lo que único que conocen, "la portada del libro", ninguna de esas personas conoce la verdad, ¿qué se siente ser tan camaleónica? Tus padres no lo saben, tus amigos no lo saben, tu novio tampoco, tu demás familia, tampoco.
¿Hermosa? mentira. ¿Delgada? mentira. ¿Feliz? mentira. Todo, todo es una mentira, vivimos en una gran mentira, nos ahogamos en un par de mentiras y nos quemamos con verdades propias.
¿Lo más doloroso? no queremos ser rescatados.


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