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miércoles, 5 de diciembre de 2012

Droga.

Una tableta de pastillas de Metformina me hizo sonreír, sí, pastillas, las cuales tomo en ayuno, pero había dejado de hacerlo ya que me gastaba el dinero en cosas que no sirven para más que engordarme, ¿tonto verdad?, me avergüenza decir que aún sigo haciéndolo.


La Metformina es un supresor de hambre, aunque es una pastilla para personas que sufren de diabetes, es recomendada para bajar de peso, reduce los triglicéridos y el colesterol que circula por la sangre, por otra parte, disminuye los niveles de glucosa, ese es un pequeño problema ya que dan ganas de comer cosas dulces y así, pero sería mejor solo tomar una bebida como café con Splenda o algún edulcorante, así engañar al cuerpo, pero no hay que sobrepasar los 2 g, ya que causa calambres, mareos y debilidad, entre otros que podrían ser más peligrosos para la salud, no causa el efecto rebote, y tampoco los efectos secundarios que algunos supresores del hambre causan y por aquella razón fueron quitados del mercado.


Por dejarla de tomar seguido y comenzar nuevamente, me hizo sentir algo mareada y torpe todo el día, aún peor es que tengo que soportar esta acidez que traigo en el estómago gracias a que Mia me ayudo a purgarme después de todo lo que le metí a mi cuerpo, lo hice dos veces, y dejé comida en mi estómago solo para el almuerzo. Empecé tarde con la dieta, el lunes me pesé y estaba con 60.3 kilos, no saben la vergüenza que eso me hizo sentir luego que me volví a mirar en el espejo, entonces como no podía ir a mi cuarto, descargué el enojo en el baño, lloriqueando como estúpida, golpeándome, etc. Pero hoy, en la mañana volví a pesarme, y me llevé una sorpresa, ¡Estaba pesando 58 kilos! y creo que fue porque el martes no comí mucho y tomé mucha agua, la cual me ayudó, pero no lo creo, ni siquiera me esforcé mucho, en fin, mañana veré que pasa con la balanza,  ojala haya bajado, tengo que haber bajado.
Sentimentalmente ando estable, felizmente, solo que como casi todos lo días me pongo a pensar en Bill, y en cosas del día a día, como el colegio, en tratar de no faltar ya que quedan solo dos semanas y salgo de vacaciones, ¿genial, verdad?. M sigue diciéndome sobre querer pasar su vida conmigo, no sé que decir de eso. 

Faltan más cosas que contar, pero eso ya se verá más adelante.




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